Adrián del Aguila, cantante de M.A.S.A.C.R.E, no ha podido comenzar de manera más descarnada su CD: “Caminé entre muertos al amanecer, Lima muere ante mí, desesperación, desgarrados llantos de dolor, la vida ya no crece más, solo crece la peste”.

En su proyecto paralelo llamado Miserable, Del Aguila dispara sin ningún tapujo su prosa descreída y existencialista, Nietzsche musicalizado con metal a la vena.

¿Qué estilo es? No es heavy, ni thrash, ni death. No se limita a un estilo propiamente dicho, es simplemente METAL. Solo abre tu mente y tus oídos y déjate envolver por la Gran Náusea...hasta que las arcadas se conviertan en placer.

Abre la Peste que te ametralla desde un inicio y da la impresión que podría pasar por un tema de M.A.S.A.C.R.E, pero a la mitad de la canción rompe con una atmósfera más ochentera tradicional y melódica (Maiden, entre otros) que cuenta con el acertado aporte en el solo de guitarra de Gustavo Bermúdez (Necropsya).

Sigue con Venganza. Esta vez los palancazos de Bermúdez son el preludio inesperado para una guitarra acústica evocadora y sentida de Del Águila, que se convierte en un trovador maldito: “Nunca más escucharé la voz de los que sufren/de los que imploran piedad/nunca más permitiré hablar/a los que lloran por hambre y por sed”. Luego de la aparente calma, el tema cobra una inusitada intensidad y el Miserable vuelve a desatar su furia. “Que mueran como perros en un muladar/que sus restos sirvan a los cerdos”. Hay un desfogue casi death metal y el solo lacerante de Bermúdez vuelve a hacerte daño. Lo cautivante de este tema es que tiene varias atmósferas muy acordes con la prosa maldita del ‘Necio’.

Nos golpea a continuación El Mal que nos eleva, que podría considerarse el tema más fuerte del disco, donde el Miserable da rienda suelta de forma más decidida las influencias deathmetaleras. Resalta el aporte en las voces guturales de Leonardo Navarrete (Eternal Exhumation, Disinter), el screaming de Bermúdez y en los solos se lucen Marcelo Vásquez y Jonathan Bustinza, guitarristas de la banda.

La Gran Voluntad te golpea con thrash a la vena, aunque en las partes cantadas baja las revoluciones para decirte que “en el horizonte crece un nuevo sol/y un nuevo hombre espera paciente su nuevo lugar”. Tiene arreglos bien heavys y evocadores. Casi sobre el final hay un inesperado inserto de los Beatles: Tomorrow never knows para rematar con el mood thrasher incial.

Finaliza con la Náusea, tema que está dividido en dos: Nuestras almas malditas y Grito Abismal. La primera parte es como si un tractor, una hecatombe, te pasara por encima mientras Del Aguila vomita la Gran Náusea: “Cuánto tiempo sumiso infeliz con las piernas dobladas/en la miserable luz de los hombres de bien que levanta mi asco”. Todo lo contrario ocurre con la segunda parte, Grito Abismal, evocadoras melodías de guitarras acústicas dan paso a un clima esperanzador (¿?) aunque los guturales de Navarrete y los screamings de Bermúdez se contrapongan y te digan lo contrario.

Gran comienzo para el proyecto paralelo del cantante de M.A.S.A.C.R.E que ha sido autoproducido conjuntamente con Giovanni Lama (gran trabajo pelao!) y que es distribuido por Post Under.