La banda nacional Miserable (2017), que acaba de tocar en Cerro de Pasco a más de 4300 metros sobre el nivel del mar, se encuentra grabando su tercera producción en estudio que aún no tiene nombre pero que promete seguir explorando dentro del thrash metal. Aquí una breve charla con el vocalista, bajista y compositor Adrián del Águila.
- ¿Qué podemos esperar de la tercera producción en estudio de Miserable?
- “El disco que estamos haciendo es más progre, pero que no se entienda que es prog metal. Estamos componiendo riffs distintos pero siempre siendo metal obviamente. Experimentar, buscar y encontrar pero tiene que sonar a metal”.
- ¿Ha influido en el estilo de la banda el cambio de guitarrista?
- “Desde el punto de vista de composición, de alguna manera los temas ya los teníamos bosquejados, trabajados antes de que entre Luis (Sáenz) a la banda. De hecho, hay dos temas que son de cuando todavía estábamos con Marcelo (Vásquez) y después hemos estado componiendo. Luis ha colaborado obviamente con los temas, pero siento que estábamos siguiendo el mismo camino y este tercer disco profundiza más esa línea musical. Tiene más momentos “quemados”, “pasteles”, pero también hay momentos violentos. El disco está quedando de la CSM”.
- En el disco anterior (Esclavo Miserable) se sintió la influencia o toques de bandas como Death. ¿Ese es el camino de Miserable musicalmente hablando?
- “Lo importante es seguir explorando esa misma ruta del thrash pero con “quemaduras”. Nos encanta la onda “pastelera” y jugarla. Explorar más sin repetirse. Eso es clave. El abismo es más profundo de lo que pensábamos. Seguimos cayendo en el sentido inverso de la palabra. El abismo de Miserable todavía tiene más profundidad y oscuridad y seguimos cayendo, encontrando otras texturas, otros sonidos, otros momentos, otros tipos de clímax, siguiendo la esencia de Miserable, abriendo más ese abismo”.
- ¿Las letras en el nuevo disco continúan en la línea Nietzscheana?
“Siempre me he identificado completamente con (Friedrich) Nietzsche. Hasta ahora solo he escrito sobre crítica: esclavo, desprecio, nausea, peste. Que todos somos esclavos y vamos a morir así. Ahora las letras en este tercer disco van a un siguiente paso. Ya critique, putee, renegué, más de eso para mí es ser un llorón. Ahora estoy hablando de la libertad en sí, de cómo es encontrar el camino a la libertad, que en buena cuenta es romper con todo y marcar distancia. Siguiendo el hilo conductor de los anteriores discos, después de la gran nausea y reconocerse como un esclavo y sometido al fin, lo que te lleva es a romper con todo y marcar distancia, luego de haberte lanzado a un abismo, que es el abismo de la libertad. Quemar las naves y marcar distancia con el mundo que te esclaviza. Avanzar y romper con la cadena moral, de la educación y un montón de huevadas más. Es la voluntad que se libera. A mí, solo me interesa hacer canciones, ya no me preocupa nada más que eso. No quiero nada que interrumpa eso. Siempre mi fuente es Nietzsche que habló hace 150 años de lo que fue y lo que será siempre la humanidad. Estoy absolutamente identificado y lo escribió de manera bella y brutal a la vez”.
Para finalizar la conversa, Del Águila nos comenta que el disco estaría listo para octubre próximo y que el encargado del arte del disco seguirá siendo Rodrigo Zegarra que ya tiene los demos de los temas para que se inspire y pronto tenga un boceto de la portada.
